La actividad de seguridad privada ofrece a los profesionales del sector un salario excesivamente bajo. La jornada anual estipulada en el Convenio Colectivo Estatal de empresas de seguridad es de 1782 horas de trabajo efectivo. Excesivo para las funciones propias que se realizan, pero además al tener una contraprestación económica escasa, la mayoría se ve en la obligación de realizar horas extra en busca de una retribución más justa.
Todo ello
constituye en mi opinión un caldo de cultivo perfecto para que esta sea una de
las profesiones más arriesgadas y con un mayor número de accidentes laborales.
Vamos a ver cuáles son los principales riesgos laborales a los que se enfrentan
estos profesionales.
Lo primero
que debemos saber es que La Ley de Prevención de Riesgos Laborales estipula que
el empresario deberá garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores en
todos los aspectos relacionados con el trabajo. El empresario deberá:
1. Evitar los riesgos
2. Disponer de Equipos de Protección
Individual adecuados para aquellos riesgos no evitables.
3. Adaptar el trabajo a cada persona.
La ejecución de su trabajo se desarrolla en jornadas
de trabajos a turnos, siendo gran parte de su jornada desarrollada en horario
nocturno. Esto repercute directa y negativamente en la calidad de vida del
trabajador, aumentando el grado de tensión y su fatiga. El trabajo a turnos,
típico del Sector, altera los ritmos biológicos normales, provocando
alteraciones del sueño, insomnio, trastornos digestivos, nerviosos, fatigas,
irritabilidad,… como ya vimos en TRABAJO A TURNO
Principales Riesgos a evitar
El Estrés
Derivados de
las situaciones de peligro que se viven en muchos puestos de trabajo, expuestos
a ataques, atracos, peleas,…En otras situaciones originado por la contratación
laboral que suele abusar de la contratación temporal. Tampoco ayuda el hecho de
que suelan desarrollarse sus tareas en solitario.
Exposición a temperaturas ambientales
extremas
Muchas de
las rondas se realizan en el exterior de edificios de día o de noche, en verano
o en invierno. Todo ello facilita el riesgos de padecer fatiga física, patología
vías respiratorias altas, otitis, procesos broncopulmonares, calor: golpes de
calor, lipotimias,…
Problemas musculares y circulatorios
El trabajo
en controles de acceso originan fatiga física por estatismo, la vigilancia de
pie tiene como consecuencias más habituales la aparición de varices problemas en
la musculatura y huesos, así como, patologías de los pies.
La
vigilancia sentado o en controles con monitores pueden provocar problemas
traumatológicos por sedentarismo, posturas inadecuadas, sobreesfuerzos por una
postura forzada postural, cansancio visual y fatiga mental. Problemas
cardiovasculares, obesidad y lesiones traumatológicas. A esto hay que añadir
cuando trabajamos con escáneres el peligro de exposición a radiaciones ionizantes: destrucción celular,
quemaduras, alteraciones orgánicas, cáncer, etc.
Exposición a agentes biológicos
La
vigilancia con perros nos exponen a mordeduras y a un posible contagio de
enfermedades infecciosas o parasitarias dermatitis, alergias. Heridas de
diversa consideración arañazos, hematomas,…
Sobreesfuerzos
La
manipulación de cargas puede conllevar lumbalgias, dorsalgias, hernias
discales...
Propias de la vigilancia de zonas de
vehículos y su conducción
En estos servicios
asumimos posibles accidentes de tráfico, Atracos, problemas ergonómicos
(posturales) por falta de espacio en la cabina de vigilancia.
Existen estadísticas
preocupantes sobre atropellos, golpes y choques contra vehículos.
Uso y mantenimiento de armas de fuego
Aquí nos arriesgamos a heridas y lesiones de diversa
consideración. La posibilidad de un disparo
accidental siempre estará presente. En centros de tiro nos arriesgaremos a problemas auditivos, tóxicos y respiratorios
por inhalación de plomo.

Además del riesgo Psicológico que trabajar, siguiendo instrucciones del cliente, pudiendo éstas diferir de las funciones que la ley reserva a los vigilantes de seguridad.....disponer de operativas desactualizadas, reduciendo la confianza hacia los mandos......escased de medios aportados por la empresa, amenudo en condiciones inferiores a empleados del cliente, carencias de información laboral, operativa, jurídica, habitual ausencia de superior habilitado, el jefe de seguridad, dependiendo de mandos carentes de habilitación, amenudo sin delegación de funciones (del jefe seguridad) expresa.
ResponderEliminarAunque no todas las empresas son así.